Personajes principales
ELLA: Cati –Irene
Hernández–
Se nos presenta a la protagonista de entrada como
una mujer que sufre; pues la vemos por primera vez infeliz tras unas rejas con
la cara desfigurada por el dolor. Cati protagoniza diversos debates internos
sobre qué hacer y cómo actuar frente al hecho de ser portadora del VIH y el
posible hecho de tener una relación amorosa. Vemos dicho debate gracias a la
cita que le propone él: inicialmente acepta la cita pero, sin embargo, no
acude. Tiene miedo y lo plasma con su mirada, con su gesticulación, con su modo
de actuar. Miedo, ¿a qué? Parece que tiene miedo a sí misma, y también a la
muerte. Finalmente se imponen las ganas de vivir y le concierta una cita
para ese mismo momento; pues sabe que es mejor que no tenga tiempo para pensar
en si es o no lo correcto; debe actuar por impulsos. Cati, prácticamente en el
minuto uno de la cita, le explica a Nacho que es portadora del VIH. Los
acontecimientos llevan a que se sigan conociendo y ambos se enamoran.
Ella, puesto que está enamorada, sufre: no quiere
ser un peligro para la persona a la que ama pero tampoco puede dejar de amar a Nacho.
Es un personaje trágico y prácticamente sin notas de comicidad –a diferencia de
Nacho–. Se nos presenta como una mujer luchadora, que evoluciona. Evoluciona en
tanto que en la primera situación límite a la que se ve sometida, parece que va
a estallar y, en cambio, en la segunda situación límite, trata de actuar con
mayor serenidad. No pierde, aún así, su semblante triste: sabe que no es una
relación normal y que él la acepta porque está enamorado. Tras el transcurrir
de los acontecimientos, vemos finalmente a una Cati algo más feliz que acepta
su condición pero que, aún así, no deja de tener ese halo de tristeza en la
mirada.
ÉL: Nacho –David
Teixidó–
Nacho se nos presenta inicialmente como un hombre
feliz, alegre, sin preocupaciones, sin miedos; contrapuesto completamente a
Cati. Ambos se conocieron estudiando el Posgrado y, sin embargo, parece que él
sigue siendo el mismo –con esa alegría, esas ganas de vivir, ese entusiasmo de
juventud– y ella es otra persona distinta: ha cambiado. Una vez que él se
entera de que ella es portadora del VIH, siente miedo pero inevitablemente se
enamora de ella. Es un personaje observador, que plasma en una libreta sus
percepciones –aunque el espectador nunca llega a saber cuáles son– y que lo
arriesga todo por amor. En un principio es un personaje que mantiene siempre la
calma y trata de provocar la sonrisa de Cati constantemente –por ejemplo,
cuando imita la posible reacción de su madre al contarle que su pareja tiene VIH–.
Nacho sufre un cambio muy potente en la obra: cuando teme haberse contagiado.
En ese momento, se siente débil, necesita atención, está asustado y piensa en
la peor de las consecuencias. A pesar de que ella trate de tranquilizarle, él
ya se ha cuestionado una serie de cosas que hacen que la relación haya sufrido
una grieta. A partir de ahí, comienza a obsesionarse con cualquier cosa y a ver
peligro en todos lados. Nacho siente que sus inquietudes y sus miedos no son
tan importantes como las de Cati, y siente que él no recibe toda la atención
que merece. En este punto, es Cati quien trata de poner serenidad sin
conseguirlo. Finalmente, a Nacho le pesa también más el amor que siente por
Cati y consiguen reparar esa grieta; demostrando que el amor lo puede todo.
Personajes secundarios
El juez – el doctor – la gallina
Los tres personajes secundarios que aparecen son
representados por un mismo actor: David Marín.
El juez:
es el primer personaje que respresenta este actor. Aparece en una sola ocasión
y tiene la función de ser la “conciencia” de ambos protagonistas –Nacho y Cati-
ante el primer accidente inesperado. Aparece en la oscuridad, con un
látigo con el que metaforiza el castigo de los protagonistas por dejarse llevar
por los sentimientos y no por la razón al emprender esa relación. Crea al
público una sensación de angustia puesto que atiza con el látigo a ambos
dándoles los motivos por los cuales no debían haber iniciado esa relación.
Declara a ambos personajes culpables de lo que, en realidad, es un
desafortunado accidente.
El doctor, Carlos:
este es un personaje curioso. De entrada, se denota su buena relación con Cati
y le presta a ella todas las atenciones mientras que acuden a la consulta
porque es Nacho quien teme haberse contagiado. El doctor trata en todo momento
de no alarmar a la pareja –sobre todo a Nacho– y trata de restarle importancia
al accidente que les ha ocurrido. Sin embargo, esa tranquilidad y serenidad que
demuestra llega a frustrar a Nacho –e incluso al público, que siente empatía
por el protagonista al que ve sufrir preocupado– y Nacho marcha de la primera
visita enfadado con el doctor y con el mundo en general. Sin embargo, entre el
doctor y Nacho se acaba creando una complicidad hacia el final de la obra
cuando Nacho acude solo a la consulta cuando se siente ignorado por Cati, y
entonces parece que el doctor es el único que le presta atención. Además, es
también el doctor quien nos da la clave del título: Discordants –pareja
en la que uno es portador del VIH y el otro no–.
La gallina:
se trata de una personificación de la conciencia de Nacho. Le vemos entrar y se
va amanerando cada vez más acabando por convertirse en un prototipo muy
estereotipado de persona homosexual “con mucha pluma” –de ahí el disfraz–: se
pinta los labios, camina de forma muy femenina, gesticula y habla exagerando
también esa feminidad,... El pollo sirve, pues, para dar comicidad a la obra y
despertar la carcajada del público. Sin embargo, el contenido de todo lo que
dice es de una crueldad y crudeza extrema. Tal vez sin ese disfraz, podría ser
el elemento trágico más potente ya que los clichés en los que cae son los
típicos de la sociedad y al ser la conciencia de Nacho nos encontramos que es
la parte más racional que trata de impulsarle a abandonar el amor de Cati. Es
también este personaje quien cierra la obra con un baile cómico pretendiendo
dejar al público con la sonrisa en la boca y no con un semblante triste que
sería probablemente el natural al finalizar una obra de esta temática.
Os dejamos con una entrevista de los personajes.
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