19 de diciembre de 2014

'Hamlet Party': Análisis (I)

Hamlet Party es la adaptación dirigida por Pep Ramón Cerdà (Mallorca, 1970) en forma de musical, es decir, combina música, canción, diálogo y baile.

La obra se construye en torno a la celebración de la boda de Gertrudis, madre de Hamlet, y Claudio, tío de este. A partir de aquí, Hamlet se entera de que su padre no murió sino que fue asesinado por su tío, con intención de usurparle el trono. Entonces, Hamlet tiene el dilema moral de qué hacer, si vengarse o no (“to be or not to be”). Tras una intensa lucha interior decide ajustar cuentas, pero se encuentra con Laertes, hermana de Ofelia, quien descubre sus intenciones y se adelanta envenenándole. Finalmente, la muerte tiñe el escenario de rojo.

¿Por qué decimos que nos encontramos ante una adaptación? El propio título de la obra ya nos indica que no estamos ante una representación convencional, hecho que se corrobora con un inicio in medias res distinto a las primeras líneas del clásico. Lo primero que vemos en escena es a Hamlet llegando a la fiesta y es él quien nos introduce dentro de la historia situándonos en un ámbito diferente al de la obra original.

En Hamlet Party no tenemos la sensación de estar en el S.XIV; empezando por el vestuario, las formas de expresión y el vocabulario actual. Otro elemento a destacar son los aparatos utilizados en la escena; como los micrófonos y el mp3 que Laertes le da a Hamlet para que escuche el mensaje que su padre ha dejado desde el más allá. A pesar de su actualización, el clásico shakesperiano sigue situándonos en el reino de Elsinor (Dinamarca), en un ámbito cortesano; pero en este caso, la representación tiene lugar en un salón de fiestas. Sin embargo, tal y como afirma el director, la obra está pensada para ser representada al aire libre, simulando así un jardín de palacio.

En el escenario, nos encontramos con una alfombra roja situada en el centro que divide dos espacios en los cuales estará el público colocado en forma de espejo. Así, el público de un lado no solo ve al público de enfrente, sino que también es partícipe de la fiesta, de las reacciones de los personajes a través de las miradas directas, de los secretos, discusiones…



En esta alfombra central hay tres mesas con copas y bebida alcohólica, dos tronos en uno de los laterales, y dos micrófonos, uno en cada lateral, por los que pasarán distintos personajes, como Laertes, Ofelia o la reina Gertrudis, para ambientar y realzar el contenido de los diálogos a través de canciones versionadas; como por ejemplo The King is dead, Don’t stop me now o incluso You’re the one that I want -de la película Grease-. 


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